Canadá: Imposible no enamorarse de este país

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Si visitas Canadá, claramente tienes que ver sus ciudades, pero no te olvides de aventurarte más allá de lo concreto para sentir el alma de este país: su naturaleza.

No se conoce a Canadá sin compartir la paz de deslizarse por un lago o río a bordo de una canoa o sin caminar por uno de los miles de senderos que cortan bosques que más parecen una acuarela de colores – del amarillo al rojo más intenso.

Un país multicultural por excelencia, fundado por tres pueblos distintos, el indígena, el británico y el francés, el Canadá del siglo XXI alberga un mosaico de culturas traídas por inmigrantes de todos los rincones del mundo.

Sentir un gusto del país es experimentar el maple syrup en una granja en Ontario y comer en un bistro francés en Montreal.

Las fiestas por aquí incluyen el helado pero divertido carnaval de invierno de Quebec, las animadísimas celebraciones del Año Nuevo chino en Toronto y Vancouver y paradas que celebran la cultura irlandesa el día de San Patricio en todas las principales ciudades.

Para los aficionados de los deportes de invierno, el país ofrece algunas de las mejores pistas de esquí del mundo. Sólo en Whistler, una ciudad que junto a Vancouver ha estado con las Olimpiadas de Invierno de 2010, hay más de 200 pistas para esquiadores y snowboarders de todos los niveles.

También es imperdible para quien tenga el coraje de venir a enfrentar el invierno canadiense son las pistas de patinaje sobre hielo al aire libre y los disputadísimos partidos de hockey, deporte nacional del país.

El país no es exactamente famoso por su cocina, pero es buena. En todas partes encontrará excelentes restaurantes, bares y cafés que preparan todo con mucho apuro.

Los vegetarianos no tendrán mayores problemas por aquí, por lo menos en las grandes ciudades. Ya es muy común en ciudades como Vancouver una ola de alimentación más sana, con productos locales, orgánicos y no procesados, una actitud compartida tanto por mercados y ferias como por nuevas casas comandadas por inspirados cocineros.

En las regiones costeras, en el este y en el oeste, hay una amplia oferta de pescados, como langosta, cangrejo y bacalao, preparados con recetas de raíces francesas.

La mejor época para visitar Canadá dependerá de sus objetivos. El verano ofrece días largos, ciudades concurridas y excelentes alternativas de actividades al aire libre, pero encontrar alojamiento demanda reservas tempranas y planificación.

Otoño y primavera ofrecerán escenarios bellísimos, con campos floridos o bosques pintados en tonos de rojo y amarillo.

En invierno, el esquí en pistas de alto nivel y la temporada de hockey son los grandes atractivos. Pero los días son cortos y el frío es intenso, principalmente en Toronto y Quebec.

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